ONO
Otro caso más de publicidad subliminal que destacan expertos en publicidad como Juan J. Ramírez Rioja es el de la empresa española de telefonía, Internet y televisión por cable ONO, que en 1999 experimenta con estos métodos, contra los cuales un ciudadano español denuncia ante los Tribunales de Justicia por la supuesta publicidad subliminal donde se mostraba un torso masculino musculoso y desnudo, con un evidente contenido erótico. Finalmente, la empresa fue absuelta de los cargos porque la imagen, aunque pasaba de forma rápida, era suficientemente perceptible a la vista y por tanto, técnicamente no era posible determinar si dicha imagen era subliminal o no.
Aún y cuando existe la dificultad de determinar la frontera entre lo subliminal y lo no subliminal, esta empresa aprovechó para bombardear a los espectadores con algunos mensajes que no eran percibidos a simple vista.
En la edición en la revista Time del 5 de julio de 1971, en la contraportada, apareció un anuncio de la ginebra
Hay que tener cuidado de donde se colacan las vallas publitarias, o siempre puede suceder algo como esto. Este ejemplo no nos serviría como publicidad subliminal, ya que es algo que vemos todos a simple vista, y no está oculto, pero decirles a todos los que piensan que estas dos vallas están colocadas accidentalmente, que en muchas ocasiones esos despistes no son inocentes, sino que se utilizan para llamar la atención del espectador. Ya se sabe que en publicidad todo es válido.